Por las calles de Marylebone, en Londres, donde se alza la mítica Harley Street —epicentro mundial de la medicina privada—, Iain De Havilland camina cada mes en apoyo de The Real Mental Health Foundation, la organización fundada por su amigo Shawn Lesser. Allí, entre pasos y propósito, recuerda cómo el compromiso con la salud mental lo llevó a descubrir una molécula que cambiaría su vida: el NAD+.
“Todo empezó con la necesidad de comprender por qué las personas, incluso las más exitosas, se derrumban por dentro”, explica el fundador de NAD Clinic, hoy una referencia internacional en medicina de longevidad. “La fatiga crónica, el agotamiento emocional, la pérdida de claridad mental… son señales de que nuestro sistema celular está pidiendo auxilio. El NAD+ es una de las claves para restaurar esa energía vital”.
Más que longevidad: resiliencia celular y mental
The NAD+ (nicotinamide adenine dinucleotide) es una coenzima esencial que participa en miles de reacciones metabólicas y en los procesos de reparación del ADN. Sus niveles disminuyen con la edad, el estrés y el exceso de trabajo, acelerando el envejecimiento biológico. “Cuando reponemos NAD+ en combinación con antioxidantes, azul de metileno y terapias tecnológicas para la salud mental, no solo envejecemos mejor”, sostiene De Havilland, “también evitamos caer en esos ciclos de agotamiento y burnout que literalmente acortan nuestra vida y nuestros telómeros”.
El empresario británico lo resume con claridad científica y emocional: “No se trata de vivir más años, sino de vivir con plenitud neuronal. De poder pensar, crear, amar y decidir sin sentirnos drenados”.
Una clínica, una filosofía
Fundada hace más de una década en Londres, NAD Clinic se ha convertido en un referente global por su enfoque integral y científico del bienestar. Sus productos y tratamientos van desde infusiones intravenosas de NAD+ y azul de metileno hasta nutracéuticos de alta gama, protocolos de optimización cognitiva, rehidratación celular, detoxificación mitocondrial y programas personalizados para longevidad y rendimiento mental.
“Lo que hacemos no es solo suplementar”, aclara De Havilland, “es reeducar al cuerpo para recuperar su capacidad de autorregeneración. Cuando las células funcionan mejor, la mente también se calma. Y ese equilibrio se refleja en cómo trabajamos, dormimos y nos relacionamos con los demás”.
Prevención: el nuevo paradigma del bienestar
El impacto social de NAD Clinic va más allá de la medicina regenerativa. Su colaboración con organizaciones como The Real Mental Health Foundation busca normalizar la conversación sobre salud mental y promover un enfoque preventivo. “Durante años hemos tratado los síntomas, pero no las causas del sufrimiento mental”, afirma De Havilland. “La prevención pasa por cuidar la biología: optimizar energía, reducir inflamación, mejorar el descanso. Cuando el cerebro tiene lo que necesita, la mente encuentra su equilibrio”.
Entre sus rutinas personales, Iain combina sus infusiones mensuales con blu de metileno, que potencia la función cerebral, y largas caminatas, que considera “la forma más simple y poderosa de terapia”. “Caminar me conecta con la realidad”, dice sonriendo. “El movimiento y la respiración consciente son tan importantes como cualquier molécula”.
Energía, ciencia y humanidad
En un mundo donde la productividad a menudo se confunde con éxito, De Havilland defiende una nueva definición de lujo: la energía mental sostenible. “La verdadera riqueza no está en tener más tiempo, sino en tener energía y presencia para disfrutarlo. Si cuidamos nuestra biología, cuidamos también nuestra humanidad”.
NAD Clinic se consolida así como mucho más que una marca de suplementos: un laboratorio de bienestar celular que une ciencia, tecnología y compasión para construir el futuro de la longevidad mental y emocional.
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