Cómo cuidarse en Navidad sin convertirse en el típico grinch que no bebe alcohol ni cuenta calorías en las fiestas puede ser un desafío considerable. Durante estas fechas, suelen aparecer comidas y bebidas que no se consumen el resto del año. Celebrar, socializar, brindar y disfrutar de la comida son parte esencial de estas reuniones. Sin embargo, también es el momento en el que se pueden abandonar los buenos hábitos, especialmente si se ha seguido una dieta restrictiva o programas de salud poco sostenibles. En esos casos, la Navidad se convierte en la excusa perfecta para romper con las restricciones.
A pesar de ello, es posible encontrar un equilibrio. Desde SHA, se promueve la regla del 80/20: intentar mantener un 80% de elecciones saludables y reservar un 20% para disfrutar de opciones menos óptimas desde el punto de vista nutricional, pero igualmente placenteras.
Aquí se presentan algunas recomendaciones para lograr este equilibrio durante las celebraciones navideñas:
Controlar y ser consciente del consumo de alcohol Se sugiere no beber por inercia y planificar las ocasiones en las que se consumirá alcohol. En otros eventos, es posible optar por bebidas sin alcohol. Si se decide beber, es importante hacerlo con moderación, intercalando vasos de agua para mantenerse hidratado y reducir el consumo total de alcohol. Además, se recomienda que las copas estén poco cargadas para evitar resacas al día siguiente.
Elegir bien los alimentos Optar por proteínas de calidad como pescados y carnes, sirviendo cantidades moderadas, es una estrategia clave. Colocar en el plato solo aquello que realmente se desea probar y comer lentamente ayuda a disfrutar más y a reconocer las señales de saciedad. Ante la gran variedad de opciones, es preferible priorizar la calidad sobre la cantidad.
Evitar reglas y prohibiciones estrictas Eliminar la idea de alimentos prohibidos durante estos días puede mejorar la relación con la comida y reducir la ansiedad. Mantener el control implica tomar decisiones conscientes y permitirse un margen razonable para disfrutar sin culpa.
Priorizar las interacciones sociales La atención no debe centrarse únicamente en la comida. Conversar, preguntar y compartir con las personas presentes es esencial para aprovechar el espíritu de las celebraciones navideñas.
Preparar platos saludables si se es anfitrión o anfitriona Al organizar una comida, no es necesario recurrir a platos excesivamente calóricos. Es posible diseñar un menú sabroso y equilibrado que beneficie tanto al anfitrión como a los invitados.
Moderarse en los eventos sociales Las invitaciones a comidas y cenas pueden multiplicarse durante esta época. Mantener cierta disciplina en lo que se consume en cada evento es crucial para evitar excesos.
Controlar el consumo de dulces Los dulces navideños suelen ser el punto débil de cualquier plan nutricional. Incluirlos dentro del margen del 20% es una opción, pero es recomendable seleccionar el postre favorito y disfrutarlo plenamente en lugar de probar todos los disponibles.
Mantener las rutinas de ejercicio físico Aunque las actividades sociales puedan alterar la rutina, es importante continuar con el ejercicio. Se sugiere priorizar entrenamientos que quemen más calorías, como los ejercicios de fuerza, especialmente si el consumo calórico aumenta.
Las celebraciones navideñas pueden ser un momento para disfrutar y cuidarse al mismo tiempo. En SHA, se han organizado actividades especiales durante las fiestas con el objetivo de promover el equilibrio entre el bienestar y el disfrute, ofreciendo estrategias para mantener los hábitos saludables sin renunciar a la alegría de la Navidad.