En plena Costa del Sol, entre senderos sombreados por palmeras y flores exóticas, se esconde un espacio pensado para dejar atrás la prisa: Don Carlos Spa. Sus 1.600 metros cuadrados son un homenaje al bienestar entendido como un arte, donde la arquitectura, la naturaleza y el cuidado personal se entrelazan.
El proyecto lleva la firma de la diseñadora catalana Montse Garrido, responsable del circuito de aguas y de la planta baja, concebida como un refugio íntimo con cabinas elegantes y acogedoras. La recepción, luminosa y abierta, nació de la colaboración entre la empresa Remco, de La Cala de Mijas, y el propio equipo del spa.

Tratamientos con sello propio
Aquí, cada tratamiento es una historia que comienza en Andalucía y viaja por el mundo. Se inspiran en el ritmo pausado de la vida mediterránea, combinando aceite de azahar, vitamina C y esencias naturales con tecnología estética avanzada como Indiba o LPG.
La carta de rituales incluye propuestas como el Royal Citrus Experience, que devuelve la frescura a la piel; el Serenity Ritual, ideal para quienes necesitan bajar el ritmo mental y físico; o el Sublime Essence Ritual, pensado para equilibrar el cuerpo de la cabeza a los pies.
Y para momentos especiales, la Suite Spa Privada ofrece un entorno reservado con jacuzzi, sauna, vapor, masaje para dos y un toque gourmet, con luz tenue y silencio absoluto.
Agua, calor y bienestar activo
El circuito de hidroterapia es un recorrido que alterna temperatura, presión y aromas para despertar y relajar al mismo tiempo. Sus piscinas de contraste con cloro estimulan la circulación; las duchas de presión reactivan; la sauna seca y el baño de vapor con eucalipto limpian y despejan; y la cabina de aromas, perfumada con romero y lavanda, invita a respirar hondo y soltar tensión.
Todo está cuidado al detalle: desde las instalaciones de Freixenet.com, las camillas de Nilo Design y las toallas de Bassols, hasta la iluminación y la música, pensadas para acompañar el momento.
En Don Carlos Spa no existe un guion único: puedes reservar una sesión rápida, diseñar un programa de varias horas o sumar una clase de yoga entre jardines. El equipo, con gran experiencia técnica y un trato cercano, ajusta cada propuesta a la energía y necesidades del visitante.
En su boutique, además, se pueden encontrar cosméticos de Alqvimia, Natura Bissé y Cosmoter, perfectos para prolongar el cuidado en casa.
El espíritu saludable del hotel se extiende también al deporte, gracias al Rafa Nadal Tennis Center. Allí, bajo la dirección de Manolo Mota y con Yohanes Dalies como Head Coach, el entrenamiento de élite se combina con una filosofía de equilibrio físico y mental.

Un santuario de calma y exclusividad
«En Don Carlos, el spa se concibe como un santuario de calma y exclusividad» – afirma Aurora Cestino, spa manager del resort. El acceso al circuito de aguas no forma parte de la tarifa estándar de todas las habitaciones, sino que se ofrece como un servicio de pago cuidadosamente gestionado para preservar la atmósfera íntima y garantizar que cada huésped disfrute de un momento de desconexión plena.
Algunas categorías, como las Suites o habitaciones Premium, sí incluyen esta experiencia de forma integrada, permitiendo vivir el bienestar sin preocupaciones adicionales.
El tiempo de 90 minutos no es una restricción, sino un marco pensado para que cada persona pueda experimentar el spa en su punto óptimo, evitando aglomeraciones y asegurando la máxima atención al detalle.
En un entorno donde la brisa del mar se mezcla con el perfume del azahar, Don Carlos Spa es mucho más que un lugar para cuidarse: es una experiencia sensorial que reconecta con lo esencial, con el lujo más difícil de encontrar hoy en día… el de sentirse bien.
