La prestigiosa publicación británica The Good Spa Guide ha analizado la opinión de 2.557 de sus miembros sobre sus experiencias en spas, con el objetivo de comprender qué factores motivan sus decisiones y qué aspectos valoran más (o menos) en este tipo de escapadas de bienestar.
El resultado se ha recopilado en el «State of Spa Report», que será presentado por su fundadora, Daphne Metland, durante la convención Spa Life UK.
¿Por qué eligen un spa?
Según el estudio, el 57 % de los encuestados afirma que se fija primero en las instalaciones del spa, como la presencia de piscina o zonas de relajación, antes de decidirse por uno u otro. La calidad percibida y el confort del entorno son claves.
Por otro lado, el 69 % asegura que leer reseñas negativas les disuade de reservar, siendo la falta de relación calidad-precio el segundo factor más importante para descartarlo.

Lo que más disfrutan
Al consultar qué es lo que más disfrutan de un día de spa, un 59 % destacó la sensación de indulgencia y desconexión, un 56 % el uso de las instalaciones, y un 51 % los tratamientos como masajes o terapias faciales.
En cuanto a la fidelización, el 61 % estaría dispuesto a volver si se les ofrece un descuento exclusivo para una segunda visita, mientras que más de la mitad afirma que una atención al cliente excelente también influye significativamente en su decisión de repetir.
Inseguridades y molestias
El estudio también revela algunas ansiedades comunes entre los visitantes:
- El 71 % teme que el spa esté demasiado lleno durante su estancia.
- Un 25 % menciona la falta de confianza en su imagen corporal como una barrera para disfrutar plenamente.
- El 27 % teme costes ocultos o inesperados durante la experiencia.
Una amplia mayoría también expresó su deseo de que se prohíban los teléfonos móviles en los spas, citando como ejemplo la incomodidad que genera ver a otros clientes tomarse selfies o grabar vídeos en zonas de relajación al aire libre.
Más de la mitad de los encuestados señaló que busca una experiencia que ofrezca verdadero valor por su dinero. El 50 % planea gastar entre 100 y 200 libras (aprox. 117 a 234 euros) en una jornada de spa.

¿Cómo se refleja esto en España?
En el mercado español, donde el turismo de bienestar sigue en auge —especialmente en regiones como la Costa del Sol, Baleares, Cataluña y Valencia—, esta tendencia internacional refuerza la necesidad de ofrecer spas que equilibren instalaciones de alta gama, hospitalidad cercana y precios transparentes.
El creciente interés del público español por el autocuidado, junto con la popularización de los wellness retreats y experiencias mindful, sugiere que la diferenciación y la experiencia personalizada son clave para captar a un público exigente y cada vez más informado.
“Este año, hemos preguntado directamente a los usuarios qué es lo que realmente desean —y lo que no— en una experiencia de spa. Las buenas instalaciones, el trato personalizado y la sensación de desconexión auténtica encabezan la lista, mientras que las malas críticas o los espacios saturados son el gran ‘no’”, explicó Daphne Metland, fundadora de The Good Spa Guide.
Más información en: www.goodspaguide.co.uk