El concepto de los animales de apoyo emocional hace referencia a animales que son considerados necesarios para la salud mental y psicológica del dueño. Este concepto surge originalmente en Estados Unidos y cada vez se va expandiendo a otros lugares. Normalmente, se emplean los animales como apoyo emocional en casos de ansiedad, depresión, estrés postraumático, autismo, fobia social o bajo estado anímico.
El bienestar que trae la presencia de una mascota, especialmente cuando se inserta en el núcleo familiar, le otorga el estatus de miembro de la familia, encajándose en el concepto de familia multi específica (o pluri especies), teniendo en su arreglo social humanos y no humanos con el objetivo de alcanzar la felicidad con vínculos afectivos y no necesariamente biológicos.
Algunas investigaciones relacionadas muestran resultados en las áreas de funcionamiento social y compromiso, lo que sugiere que esta podría ser una estrategia complementaria muy útil en la intervención terapéutica para personas neuroatípicas. También sugieren mejoras significativas, de medianas a grandes, en los dominios de las habilidades de comunicación y las relaciones sociales, los niveles de compromiso, la frecuencia y la calidad de la interacción con otras personas y algunos comportamientos repetitivos.
¿Qué son los animales de apoyo emocional?
No es raro observar un comportamiento animal que demuestra la expresión de amor, empatía, euforia y sentimientos subjetivos que antes solo se asociaban con los humanos. La relación entre humanos y animales promueve la liberación de hormonas como la oxitocina, la vasopresina y la endorfina, consecuencia de la interacción social y la empatía entre animales, como el ejemplo de perros y gatos utilizados en terapia asistida y la relación de delfines con niños, autistas y pacientes con discapacidad mental.
Además, investigaciones realizadas sobre la convivencia entre personas y animales no humanos afirman que quienes tienen la compañía de un animal doméstico son capaces de describir un estado de amor y la percepción de afecto cuando son recibidos, ya sea por su perro festejando con movimientos de su cola o por su gato vocalizando y ronroneando como signo de corresponder al sentimiento de amor o necesidad de atención.
Otras personas también informan que su presencia ayuda a traer alivio emocional en los días en que están más tristes. El confort que brindan las mascotas va mucho más allá de la compañía, ayudando en la recuperación de pacientes con enfermedades del corazón, depresión y quimioterapia.
Es así como surge el concepto de los llamados Animales de Asistencia Emocional -Esan- o también animales de apoyo emocional, que son animales que ayudan a pacientes con trastornos psicológicos, como ansiedad, depresión, estrés postraumático y autismo. Además de perros, gatos, conejos, caballos e incluso tortugas están en esta lista, siempre que no sean notoriamente peligrosos, feroces o venenosos.
El perro de apoyo emocional no es solo un animal de servicio, acercándose al concepto de animal de compañía o mascota, superando también esta calificación. Otras definiciones todavía dicen que el animal de asistencia emocional debe ser pequeño, con un máximo de 10 kg y que es posible transportarlo en una caja apropiada.
¿Por qué registrar un animal de asistencia emocional?
A diferencia de los animales de servicio, los animales de apoyo emocional no necesitan capacitación ni certificación formal. Sin embargo, son reconocidos por los profesionales de la salud como terapéuticamente necesarios, particularmente para personas con ciertas condiciones como ansiedad y depresión. Ante esto, no es necesario registrar al animal ante un organismo competente, basta con que el profesional sanitario competente certifique que la persona necesita de la compañía de la mascota para su bienestar emocional en ocasiones como viajes, por ejemplo.
¿Cómo obtener un certificado/certificado de animal de apoyo emocional?
El concepto de animal de apoyo emocional se inició en Estados Unidos y, hoy en día, ha sido difundido alrededor del mundo. Sin embargo, en Brasil, por ejemplo, aún no se ha encontrado una agencia específica que registre animales de apoyo emocional.
A diferencia de los animales de servicio, los animales de asistencia emocional no necesitan un entrenamiento específico (a diferencia de los perros guía), siempre que sean dóciles, obedezcan las órdenes básicas de su tutor y no supongan un riesgo para la sociedad.
Para que sea considerado un animal de apoyo emocional es necesario que el profesional sanitario a cargo (normalmente un psiquiatra o psicólogo) emita un certificado en el que conste que el paciente necesita la presencia de su mascota.
La posesión de este documento le permite a la persona viajar a cualquier parte con el animal, como con los animales de servicio. Es decir, incluso en lugares donde esté prohibida la presencia de animales, como restaurantes, museos, hoteles, posadas y aviones, el animal podrá ingresar libremente. ¡Pero atención! El tutor deberá llevar consigo, además del certificado o cédula, todos los documentos de su animal, en especial el carné de vacunación, con constancia de polivacunas y antirrábica.
¿Quién puede tener un perro de apoyo emocional y otros animales?
Generalmente, el perro de apoyo emocional está indicado para personas con trastornos emocionales y/o psiquiátricos, como depresión, ansiedad, estrés postraumático y autismo. Sin embargo, cualquier persona que necesite un animal de apoyo emocional puede pedirle a su médico o terapeuta que le expida el certificado.
Los perros son los animales de asistencia más comunes, pero eso no significa necesariamente que no se puedan utilizar otros, como gatos, pájaros, conejos, tortugas y caballos. Lo más importante es que el animal tenga un vínculo con su guardián que le proporcione bienestar y comodidad, además de otros beneficios para la salud.
¿Cuál es la normativa en España respecto a los animales de apoyo emocional?
Como hemos mencionado, en Estado Unidos el concepto está extendido y desarrollado, de hecho en el país los animales de apoyo emocional tienen libertad absoluta para viajar en cualquier transporte. Sin embargo, en España el Proyecto de Ley de Protección y Bienestar Animal, que tiene la aprobación en el Consejo de Ministros, no incluye a los perros de apoyo o soporte animal dentro de la ley marco. Estos animales se quedan fuera del reconocimiento acreditativo en el estado español.