En un mundo en el que el bienestar se ha convertido en un lenguaje universal, pero también en un mercado saturado de tendencias efímeras, la voz de Alberto Apostoli resuena con una claridad inusual. Arquitecto, diseñador y visionario, su estudio —uno de los más prestigiosos del planeta— ha redefinido la forma en que entendemos la relación entre espacio, cuerpo y alma. Desde spas y resorts de lujo hasta templos contemporáneos del equilibrio, Apostoli ha logrado convertir el diseño en una experiencia sensorial y espiritual.
En esta entrevista exclusiva, comparte su visión sobre cómo evolucionará el concepto de wellness en la próxima década, el papel de los diseñadores como agentes de cambio y la importancia de preservar la coherencia humana frente a la inmediatez tecnológica.
El bienestar como fenómeno dual: tecnología y espiritualidad
Para Apostoli, el futuro del wellness se despliega en varias direcciones simultáneas. Por un lado, la tecnología —y en especial la inteligencia artificial— jugará un papel cada vez más relevante en la creación de experiencias personalizadas, tanto en el diseño como en la gestión de los espacios.
“La tecnología es hoy un activo muy poderoso en toda la industria del bienestar, y su impacto será enorme tanto en las operaciones como en el diseño. Sin embargo, el componente espiritual también aumentará. El ser humano es la esencia del wellness y necesita tanto tecnología como naturaleza y espiritualidad.”
Esta dualidad marca un cambio de paradigma. El bienestar ya no se entenderá como un acto de desconexión total de lo digital, sino como una integración inteligente de la tecnología con los rituales más esenciales del ser humano. Apostoli anticipa que coexistirán dos grandes corrientes: una profundamente tecnológica y otra que reivindicará la dimensión ritual, espiritual y natural de la vida.
El papel del diseñador: más allá de la estética
Cuando se le pregunta si los diseñadores crean las tendencias o simplemente interpretan las necesidades humanas, Apostoli es claro: solo aquellos que comprenden en profundidad la industria del bienestar pueden influir realmente en su evolución.
“No se trata solo de diseño, sino de entender la relación entre el diseño y la operación, entre lo tangible y lo espiritual. Los arquitectos y diseñadores pueden inspirar a toda la industria solo si comprenden cómo funciona el wellness en términos de producto, marketing y experiencia.”
Su enfoque rompe con la idea del diseñador como mero ejecutor estético. Para él, el wellness design es una disciplina holística donde convergen filosofía, psicología, biología y tecnología.
Le Fay y la coherencia como valor esencial
Apostoli cita el Le Fay Resort & SPA como uno de los proyectos que mejor representan la dirección que está tomando el wellness contemporáneo.
“En Le Fay logramos expandir el componente wellness a lo largo de toda la instalación. No es una experiencia puntual, sino una vivencia coherente, de principio a fin. Esa consistencia es, para mí, el mayor valor que un proyecto de bienestar puede ofrecer.”
El arquitecto subraya que la coherencia —no la espectacularidad— es el nuevo lujo: la capacidad de crear entornos que mantengan una narrativa de bienestar constante, sin rupturas ni artificios.
El genio del lugar: cuando el contexto guía el diseño
Apostoli insiste en que ningún proyecto puede desvincularse del entorno cultural y natural en el que nace. Antes de dibujar una línea, su equipo dedica tiempo a estudiar el genius loci, ese “espíritu del lugar” que los romanos consideraban esencial.
“Hay que estudiar la historia, la cultura, la religión y la comunidad. La naturaleza y la herencia cultural son factores determinantes. Solo así podemos transformar un espacio en una experiencia única.”
El diseño wellness, explica, debe ser un diálogo entre lo global y lo local, entre la universalidad del bienestar y la identidad de cada cultura.
Tendencias versus esencia humana
En un mercado guiado por la moda y la inmediatez, Apostoli se mantiene fiel a un principio: la naturaleza humana es constante. “Combinamos las tendencias con lo que es esencialmente consistente con el ser humano. Las modas cambian, pero las necesidades profundas permanecen iguales en cualquier época o continente.”
La verdadera innovación, afirma, reside en saber equilibrar lo nuevo con lo atemporal, lo tecnológico con lo sensorial, lo funcional con lo espiritual.
Su visión: hacia un diseño que cura
Alberto Apostoli no diseña edificios: diseña experiencias transformadoras. Su visión anticipa un futuro donde el wellness será el eje de una nueva arquitectura del alma, en la que la tecnología amplifique —y no reemplace— la conexión humana con la naturaleza y consigo misma.
Su mensaje final es una invitación a repensar el bienestar no como una tendencia, sino como un proceso de reconexión y coherencia vital. En ese equilibrio entre cuerpo, espíritu y entorno, quizás se encuentre la verdadera definición del lujo contemporáneo.
